Santa Catalina de Siena decía que las almas del purgatorio que han sido libradas de sus penas nunca se olvidarán de sus benefactores en la tierra e intercederán por ellos ante Dios. Además, cuando esa persona llegue al cielo, ellas saldrán a recibirlo.
Además, sus plegarias protegen a sus amigos de los peligros y los ayudan a superar dificultades. Santa Catalina de Bologna dijo en una ocasión: "He recibido muchos y grandes favores de los Santos, pero mucho más grandes de las Santas Almas (del purgatorio)".
San Juan Masías era otro santo que tenía una gran devoción por las almas o ánimas del purgatorio y con sus oraciones, especialmente el Rosario, logró liberar a un millón cuatrocientas mil según él mismo afirmaba tras una revelación divina.
Como retribución, obtuvo extraordinarias y abundantes gracias y ellas lo consolaron en su muerte
Fuente: aciprensa
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